Obsolescencia. Qué palabra. Cuando la dices, quedas como el más culto del mundo. Pues resulta, damas y caballeros, que nos encontramos en la innovadora época de la obsolescencia programada. Todo, absolutamente todo, esta obsoleto dos minutos después de comprarlo. Lo maravilloso es que, la obsolescencia (no me canso de decir esa palabra, me siento tan culta...) es la solución de la crisis. Cuanta más obsolescencia, más necesidad de ser actual, porque...nadie quiere caer en la obsolescencia, por amor de Dios. ¿En qué mundo vivimos? Estamos en la maravillosa era post-moderna en la que no tenemos por qué ir al cine, ni tiene por qué darnos el aire fresco de la calle para ir. No, señor. Ahora tenemos el delicioso autoservicio y autoconsumo. Todo a la carta y desde casa. Están cerrando esos desfasados y, dicho sea, obsoletos cines de barrio. Ahora, tenemos multisalas con una pantalla tan grande y un sonido tan envolvente que, todo lo demás carece de encanto. ¿Quién quiere un cine antiguo y obsoleto teniendo las multisalas? Y todo dentro de un centro comercial donde, sin a penas moverte, puedes ir a todas las tiendas que quieras y comprar hasta sentirte como un auténtico capitalista. ¡Un centro comercial! ¿Quién podía soñar con un paraíso mejor? Volviendo al tema de la obsolescencia, los teléfonos móviles que tenéis en casa seguramente ya están obsoletos, al igual que vuestros ordenadores, cámaras fotográficas, dispositivos electrónicos y demás maravillas de la era tecnológica. Todo está obsoleto. Compraos uno nuevo si no queréis ser el hazmerreír. Además, el consumo indiscriminado nos ayudará a salir de la crisis. ¡Consumid como locos! ¿Por qué tener un móvil táctil si puedes tener un móvil táctil que además tiene lucecitas y una cámara de un montón de megapíxeles? Por lo que más queráis, tirad esa basura de ladrillo y compraos un móvil nuevo. ¡Consumid! Otra cosa: la ropa. ¿Creeis que vais a la última? De eso nada. La moda cambia constantemente así que, yo en vuestro lugar iría a renovar el vestuario. Ahora se estila eso. Cambiar de look, coprarte un montón de ropa nueva y, por supuesto, cosmética. Porque, no sabéis lo peor...la cosmética avanza. La cosmética que tenéis en vuestra casa ha caído en la obsolescencia (qué refinado suena). Tirad vuestro tarrito de crema reafirmante, que esa ya no vale. Compraos una que lleve cafeína, seguro que es mejor. En fin, consumid y no caigais en la obsolescencia.Ya sabéis, lo dicen los políticos, empresarios y banqueros (y de esos, hay que fiarse): la obsolescencia programada nos sacará de la crisis. Ah, por supuesto, también el usar y tirar. El medio ambiente, ¿a quién le preocupa? Todos sabemos que son patrañas antisistema. Hay que consumir, usar, tirar, comprar, usar, tirar, comprar...A ser posible, favoreciendo a alguna empresa que esté a punto de arruinarse, pobrecita. Ayudad también a Botín, que seguro que está en la ruina. Gracias por vuestro tiempo.
#SPANISH REVOLUTION
indígnate.
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