El barrio ya no es lo que era. Antes, en el pueblo, la gente abría su casa para que entrases, si tú querías. Ahora la gente tiene alarmas en sus puertas y rejas en las ventanas. Figúrate: rejas en las ventanas. Ahora la gente ya no vive en los pueblos. En los pueblos sólo hay viejos que se dejan la puerta abierta y una silla de madera, fuera, para que todos sepan que se sienta allí a ver pasar a la Muerte por la casas de sus vecinos. No hacen nada. Se aburren. Se mueren al sol. Ahora la gente ya no vive en los pueblos. Ahora todos van a la ciudad a cerrar sus puertas y a poner alarmas. En la ciudad hay ladrones. En la ciudad hay drogadictos. En la ciudad hay inmigrantes. En la cuidad hay vagabundos que duermen en cajeros. Pero tenemos las alarmas. No vamos a invitar a champán al vagabundo del cajero.
El barrio ya no es lo que era. Antes, en el barrio, los niños eran obedientes. Ahora los niños hacen cosas que nos comprometen. Los hijos de mi amiga, que siempre han ido a los mejores colegios, quemaron vivo a un vagabundo que dormía en un cajero, cuando fueron a sacar dinero de la cuenta de su padre. No nos lo podíamos creer. En realidad, a lo mejor tenían miedo del vagabundo…
Tenemos que limpiar las cárceles para meter a presos políticos y sacar a los delincuentes. Los delincuentes como los hijos de mi amiga se merecen una oportunidad. Pero, ¿Y la gente que piensa? La gente que piensa es peligrosa. La gente que piensa puede llegar lejos. La gente que piensa puede decirnos que los pobres también sienten y sufren. La gente que piensa nos da miedo. Por eso ponemos rejas, por eso ponemos alarmas. Para no saber que a los pobres les dan igual las rejas. Porque yo he visto en las noticias a los inmigrantes saltando las alambradas para entrar en España. En España hace sol. En España hay playas. Querrían venir a la playa. Prefieren ahogarse en nuestras playas a morirse en sus países. No les culpo. ¿No será todo culpa nuestra? A veces tengo miedo. No tengo miedo de los vagabundos, ni de los pobres, ni de los viejos de los pueblos ni de los negros que saltan las alambradas. Tengo miedo de España. ¿Qué vamos a hacer con tanta culpa? ¿Qué será del país? ¿Qué pasará cuando haya más culpa que país? La cifra será escandalosa. Nos estremeceremos. Ya no querremos champán. Tendremos que hablar. Sentarnos todos, los blancos con los negros, los pobres con los ricos, los feos con los guapos, los viejos con los jóvenes. Tendremos que pensar. Tendremos que volver a empezar.
Qué bueno el texto... es una lástima que más gente no se plantee este tipo de reflexiones. Te lo digo porque a veces lo hablo con la gente y parece que no quieren saber nada de esa gente, los inmigrantes que vienen sin nada, los delincuentes que acaban siéndolo porque no tienen de qué vivir... etc.
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte por mi blog, puedes escribirme en castellano :) suele escribir mis entradas en inglés porque también hay gente extranjera que me sigue y asi es más fácil llegar a todos. Le he echado un vistazo al tuyo y ya te sigo, me han gustado mucho las entradas anteriores y tu gusto cinéfilo y musical. Qué grande Jim Morrison (L)
pd: yo también vivo en Alicante! :)
un saludo!
pd: me encanta Truffaut ;)
ResponderEliminarLeo esto que escribiste y digo, "puña, también pasa en donde vivo". Es el caso de los nicaraguenses que ven más viable ir al sur que a los "states", para hacer el sueño americano en Costa Rica; lugar aún estable en medio de la turbulenta centroamérica sitiada hoy por las guerras de la droga proveniente de México y los EE.UU.
ResponderEliminarSi bien mi país no pinta mucho en el panorama planetario, ya comienza a adquirir defectos propios del primer mundo. Problemas limítrofes con Nicaragua por una aparente incursión militar en las fronteras es motivo para pasar de la pasividad al enardecido sentimiento nacionalista, belicoso y xenofobo contra inmigrantes. Todo a la larga es una cortina de humo, complice en tapar los problemas que si afectan. Pero en mi pesimismo creciente, aún cuando estén en boca de todos de ahí no pasaran.
Cambiando tema (porque lo otro da para mucho) estaré pasando por acá, tanto para mirar lo que venga como lo que hay en la bitácora del blog. Me gusta mucho la frase bajo el título, me hace pensar que a la larga seré afortunado.
Gusto en leerle.